Pienso que todas las cosas que queremos en la vida son como mariposas,es decir,todas pueden ser “pescadas”, todas tienen un momento en el que pasan delante de nosotros y ahí están, revoloteando alrededor, parece que casi son nuestras e incluso se posan en nuestras manos, ¡en nuestras caras!pero que de pronto algo pasa, algo hacemos y puf!, la “mariposa” salta, se va, se nos pierde de vista, parece que nunca más podremos tenerla nuevamente. Y esto puede parecer muy triste,pero sin embargo pienso que hay algo más triste todavía,no ver la mariposa, no verla porque estamos muy ocupados mirando para todos lados, buscando, razonando o resolviendo el enigma de: “¿Dónde estarán las dichosas “mariposas”?
Las mariposas representan el dinero, una bella casa, estabilidad en las relaciones, un buen trabajo, salud,una gran aventura, en fin, lo que sea que queramos.Muchas veces podemos atrapar estas mariposas,pero otras veces no,a veces hay que luchar mucho,y podemos sentir que es improbable;otras simplemente no vemos por donde anda lo que buscamos.
Y aunque hay muchas cosas que nos impiden poder atrapar una mariposa y volar con ella, uno de los grandes impedimentos para lograr esto es sin duda la impaciencia.Los expertos saben que,cuando queremos atrapar una mariposa con impaciencia,es casi improbable que lo logremos.
¿Por qué sentimos impaciencia?
Hay muchas cosas que suceden dentro de uno mismo cuando nos sentimos impacientes o actuamos con impulsividad: la falta de seguridad, la falta de madurez emocional y una baja autoestima. Pero sobre todo, la impaciencia se origina en un pensamiento muy hondo dentro de nosotros que se llama: “Me siento solo”
Sentirse solo significa que no contamos con nuestra propia presencia ya sea moral, intelectual o creativa, como un medio de apoyo y seguridad, no confiamos en lo que somos ni en los talentos que tenemos o que podemos desarrollar, no somos amigos confiables y sinceros de nosotros mismos, y esto es lo que nos hace sentirnos desvalorados, temerosos y ansiosos, y mientras por un lado intentamos apaciguar esta intranquilidad y vacío interior con actitudes apresuradas, poco pensadas y con poca madurez, los de allá afuera y las “mariposas” que queremos, perciben esta fuerte necesidad afectiva, esta intranquilidad, les transmitimos carencia y necesidad aunque no nos demos cuenta, damos bruscos “manotazos” los cuales, más que querer atrapar “mariposas” parecen quererlas espantar. Esta actitud la cual muchas veces no notamos, es sin duda bien percibida por los demás, aunque no nos lo digan.
Ser impaciente
Todos hemos sido impacientes alguna vez ¿Y que hemos obtenido? Resultados pobres, lo que no queremos. Por eso, para conseguir lo que queremos y jugar a atraparle “mariposas” a la vida, es muy importante entender a la impaciencia desde su raíz más honda, empezar por reconocer nuestra intranquilidad, nuestra insatisfacción y sobre todo nuestra necesidad afectiva, la cual puede ser un fuerte obstáculo si no la sabemos entender y dejamos que se nos cuelgue como una piedra en nuestra red “atrapa-mariposas”.
Por este motivo y en este punto,me permito dar un consejo,cuando quieras "atrapar una mariposa"se paciente y piensa si lo que quieres es obtener resultados buenos,o resultados pobres,es decir,no hay que"correr"a la hora de atrapar mariposas,porque el correr no nos traera los resultados que esperabamos:"Lo bueno,si tarda,dos veces bueno".
divendres, 25 de juny del 2010
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